La violencia doméstica es una causa muy común de divorcio. Lamentablemente, esta modalidad crece día a día en los matrimonios, que muchas veces por esta causa llegan a su fin.
Con el matrimonio y las relaciones de pareja en decadencia, cada vez más mujeres deben afrontar el embarazo solas. Esta situación, como es de imaginarse, no es la ideal y acarrea consigo muchos conflictos a los que la futura madre tiene que hacerles frente.
Muchas veces nos preguntamos si el ser humano es polígamo de naturaleza o si no lo es, nos preguntamos si la infidelidad es una cuestión biológica, psicológica o social, o una mezcla de todas; o si la infidelidad es una cuestión de género.
Es difícil considerar una separación como un hecho beneficioso para las personas. Sin embargo, existen parejas en las que los integrantes se causan mucho daño entre sí, ya sea físico o psicológico. En este caso, la separación resulta beneficiosa.
Cuando una pareja decide ponerle fin a su matrimonio, es muy habitual que uno de los cónyuges decida rehacer su vida sentimental, conociendo y saliendo con nuevas personas. Pero si en ese momento el divorcio no ha sido concretado legalmente, ¿es bueno esto o puede traer conflictos?
El divorcio es el reflejo del fracaso matrimonial, por lo tanto representa un hecho muy doloroso tanto en las mujeres, como en los hombres que lo atraviesan.